«SÍGUEME»

Escucho en mis adentros:

¿Tú me amas?

Y respondo:

Yo te busco, Jesús.

Si te amo, no lo sé.

Me arde el corazón

por saberte y responder;

por lograr la plenitud

que prometiste “ayer”.

Sé que eres Todo,

eres Hombre, eres Ser.

Cual hormiga en tu presencia,

yo me veo; e infiel.

¿Yo te quiero?

No lo sé.

Algo, sin embargo, siento

que eres cual imán que atrae

mi pequeño ser.

Y te busco

como el ciervo

que, con ansia, busca fuente

donde apaciguar su sed.

En ti, día a día, bebo y bebo.

Pero crece más y más mi sed.

Te me escapas de las manos;

no encuentro ya palabras

razonables

que expliquen tu misterio

colmando, al menos, por un rato,

esta agotadora sed.

¿Te quiero?

Tú lo sabes.

Yo te busco.

¿Es eso quererte?

No lo sé.

“Apacienta mis corderos”,

como a Pedro me repites.

¿En ellos sí te quiero?

Escucho en mis adentros:

Si en ellos te desvives,

verás calmar

tu agotadora e implacable sed.

Ahora, “SÍGUEME”.

(ROSA M.)

COMPARTIR

Deja tu comentario

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Arriba