MITTO TE

Jesús nos encomienda hoy una misión. Pero ¿cómo realizarla? Llegamos a una conclusión evidente: «la mies es abundante y los obreros somos pocos».

No son muchos los que actualmente responden a una llamada del Señor. Estamos desanimados.

El Señor no tiene esta visión nuestra tan dificultosa y pesimista. Él sabe que el Reino de Dios está cerca. Confía plenamente en el Dueño de la mies y en su poder. Esta confianza en Dios permite al obrero realizar su misión sin gran equipamiento, sin mucha infraestructura. Y con urgencia, sin perder el tiempo en ceremonias de saludos.

Los discípulos vuelven muy contentos de su actividad misionera; sobre todo, porque el poder del mal ha sido destruido y porque su contrato de trabajo, con su nombre, está firmado y registrado en el archivo del cielo.

(Sor Ernestina)

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