- benedictinas
- 06/07/2025
- 12:09
Jesús nos encomienda hoy una misión. Pero ¿cómo realizarla? Llegamos a una conclusión evidente: «la mies es abundante y los obreros somos pocos».
No son muchos los que actualmente responden a una llamada del Señor. Estamos desanimados.
El Señor no tiene esta visión nuestra tan dificultosa y pesimista. Él sabe que el Reino de Dios está cerca. Confía plenamente en el Dueño de la mies y en su poder. Esta confianza en Dios permite al obrero realizar su misión sin gran equipamiento, sin mucha infraestructura. Y con urgencia, sin perder el tiempo en ceremonias de saludos.
Los discípulos vuelven muy contentos de su actividad misionera; sobre todo, porque el poder del mal ha sido destruido y porque su contrato de trabajo, con su nombre, está firmado y registrado en el archivo del cielo.
(Sor Ernestina)
