- benedictinas
- 11/05/2025
- 10:42
EVANGELIO – DOMINGO IV – C
En aquel tiempo, dijo Jesús: «Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno» (Jn 10,27-30).
COMENTARIO
Todos los días recibimos muchas bendiciones de Dios. Pero estamos tan centrados en lo negativo del día (dificultades, dolores, problemas e imprevistos) que no nos damos cuenta de ello.
¿Cuáles son algunas de estas bendiciones?
- Escuchar la voz de Cristo: Mis ovejas escuchan mi voz y me siguen. La vida del cristiano se define así: somos los que escuchamos la voz del Señor. Pero el término bíblico «escuchar» tiene más sentido traducirlo por obedecer.
- Ser adoptados cada día como hijos. Mi Padre me las da y el Padre y yo somos uno.
- El Señor nos conoce. El término «conocer» hay que traducirlo por «amar» o tener una íntima relación.
- Recibir la vida eterna.
Cada día, cada momento, podemos escuchar al Señor como hijos queridos y amados y recibir cada momento la vida eterna.
(Sor Ernestina)

Sandra Marcela
Alianza Eterna