¿SEGUIMOS A JESÚS?

Jesús elige a unos discípulos para anunciar la llegada del reino de Dios, el inicio de una nueva etapa en la historia de la salvación. No se puede perder tiempo. Este anuncio es urgente. El reino de Dios se precipita sobre toda la humanidad.

Los elegidos para esta misión tienen que realizar dos movimientos:

1. Dejar
2. Seguir

Dejar la seguridad y seguir en la incertidumbre.

Vemos a los cuatro discípulos realizar esto. Su respuesta fue inmediata: «y dejándolo todo siguen a Jesús».

¿Cómo es posible esto? Por el Espíritu Santo que entra en la escena y hace que cada uno tenga una respuesta de inmediato, en ese mismo momento. La obra del Espíritu Santo nos deja siempre maravillados. Pero es siempre urgencia, transformación; un ponerlo todo patas arriba.

Y la llamada es a dejarlo todo; no a hacer algo muy importante, muy valioso. Dejarlo todo es para, simplemente, irse con Jesús y estar con él en la misión. Lo antiguo debe quedar atrás, totalmente abandonado.

Y ¿cómo es nuestro seguimiento de Jesús hoy, ahora, en este momento? Porque él nos sigue llamando. Quizás, algo aburguesado, cómodo. ¿Por qué? Por los afanes de este mundo y la posesión de riquezas que apagan el impacto y la grandiosidad de la llamada e impiden la alegría y la libertad del que lo deja todo.

¿Qué deberías abandonar con urgencia para seguir mejor a Jesús?

(Sor Ernestina)