SANAR Y SALVAR A TODOS

Jesús comienza su vida pública y lo primero que encuentra es una realidad muy humana: la enfermedad física y psicológica.

Con frecuencia, nuestras conversaciones convencionales son sobre la enfermedad y la muerte; y llegan a anular nuestra alegría y nuestra esperanza. Lo importante es cómo gestionamos nuestras enfermedades personales.

En este texto, se nos presenta una solución sanadora: Jesús. Él se acerca siempre al que sufre, como a la suegra de Pedro para levantarlo, ponerle en pie y sanarlo.

Jesús no mete nunca a nadie en la cama a nadie, ni le anula. Siempre es vida salvadora. Y al ser curados, nos da capacidad para servir.

La principal causa de nuestras enfermedades es la no disponibilidad para el servicio, el centramiento en nosotros mismos, en nuestras dolencias, en nuestro egoísmo; el vivir desde el ego. Todo esto nos produce fiebre, un estado de abatimiento y malestar. El servicio es la conclusión lógica de la salud interior.

Para sanar, solo necesitamos acercarnos a Jesús. Él ha venido al mundo para eso: sanar y salvar a todos.

(Sor Ernestina)

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2 comentarios

  1. 04/02/2024 at 10:54
    Marisa

    Pues acerquémonos a Jesús para que Él nos sane y podamos servirnos unos a otros.
    Gracias, Sor Ernestina por estos comentarios del Evangelio.

  2. 04/02/2024 at 19:11
    Sandra Marcela

    Siempre hiciste el Bien.Saname Señor

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