PRODIGIO DE TERNURA

Como al escriba, Jesús,

me atrae tu caminar.

Como él, yo te pregunto:

¿qué hacer, cómo vivir

para alcanzar felicidad?

El quid de la existencia,

¿dónde está?

¿Dónde hallar la «savia»,

que dé brotes de vida

social y personal?

En amar, solo en amar:

escuchar al otro,

comprender su caminar…;

aprendiendo a dar,

donar sin interés,

sin acaparar.

Y perdonar:

aceptar la pequeñez

de uno mismo y los demás.

Superando siempre

la mediocridad y

devolviendo bien por mal.

Solo, solo en ti está

construir un monstruo

de egoísmo y frialdad;

o un prodigio de ternura

y solidaridad.

Gracias, Jesús,

por mostrarme esta Verdad.

(Sor Rosa)

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