- benedictinas
- 23/06/2024
- 10:26
El evangelio de hoy (Mc 4, 35-41) nos presenta una gran tormenta que causa miedo a los discípulos de Jesús. Mientras, él duerme tranquilamente en popa. Pero no es una historia sobre el miedo, sino sobre cómo gestionamos nuestra vida.
Llama mucho la atención Jesús: duerme una siesta en medio de un fuerte peligro. ¿Cómo puede uno dormir en una circunstancia así? Porque Jesús tenía fe: confianza radical en el Padre. Él sabe que la obra de Dios se realiza pase lo que pase, pero contando con su colaboración. Por eso, se levanta; hace enmudecer al viento y el mar.
Dios no sustituye jamás al hombre. Hay un grado de fe, una medida en cada persona que es la que permite, en mayor o menor grado, actuar al poder de Dios.
Los discípulos atacan duramente a Jesús: ¿No te importa que perezcamos? Es una postura victimal que elude la responsabilidad personal.
Y nosotros, ¿también nos quejamos?, ¿colaboramos en nuestra vida?, ¿gestionamos bien las tormentas?
Sandra Marcela
Señor,quieres que pidamos con más Fuerza?,no comprendo bien.solo se que tienes la fuerza de calmar todo ,y todo lo has hecho bien y con Amor.eres la perfección y Santidad.eres mi Dios