MARÍA EN NAVIDAD

Hemos recibido una gran noticia: nos ha nacido un Salvador; el Mesías, el Señor. ¿Cómo acoger y hacer eficaz esta noticia salvadora sin que nos sea indiferente e intrascendente?

Lo mejor es imitar a María. Ella está feliz, en silencio, observando lo que ocurre y meditándolo en su corazón. No quiere perder detalle de lo que le está tocando vivir. Es la única, en todo el relato evangélico, que medita en su corazón, en la profundidad de su ser el acontecimiento histórico del nacimiento de Jesús.

Esta actitud silenciosa y meditativa de María la llevó a una experiencia profunda del Misterio de Dios y de las consecuencias concretas que iba a tener en su vida su «hágase».

María es la gran protagonista de estas primeras escenas del nacimiento de Jesús. Y nos enseña a no dispersarnos con comidas, panderetas, relaciones; sino que hagamos, como ella, esa gran experiencia de un Dios personal y comunitario que vive dentro y con nosotros desarrollando su gran plan de salvación, de alegría.

(Sor Ernestina)

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