- benedictinas
- 13/10/2024
- 11:33
Hola, Jesús.
¿Tus palabras son para mí?
¿Qué he de dejar?
¿Libros, acaso? ¿Ideas?
Di, por favor; dime tú.
Fui siempre pobre.
Nada he tenido;
todo lo recibí.
También a ti tenía.
Ahora, más pobre que antes,
siento perderte a ti.
Eso, no; Jesús del alma.
No te vayas.
No sé, sin ti, vivir.
La vida se me echa encima,
todo me escuece.
Sin ti, no tengo vida.
Llévate todo,
Quédate tú.
¿Los libros, las notas…?
¡Qué importa!
Llevo grabada en el alma
tu sencilla razón de vivir:
dar vida, compasión y aliento.
Nada más quiero:
Jesús, a tu lado, y amar como tú.
(Sor Rosa)
Marisa
Qué bonito.