- benedictinas
- 28/01/2024
- 10:32
Jesús entra en la sinagoga de Cafarnaúm. Es un lugar poco propicio para él. Pero, así y todo, aprovecha para transmitir su mensaje con audacia. No sabemos qué dijo, qué enseñó; pero sí el impacto que causó. Nunca habían escuchado a alguien que hablara de esa manera. Jesús no se limita a repetir las palabras de otros. Jesús dice las palabras de Dios, del Espíritu que acaba de descender sobre él en el bautismo.
En la sinagoga hay un hombre tremendamente abrumado por un espíritu inmundo que le pregunta a Jesús si ha venido a destruirlo. Efectivamente. Jesús viene para derrotar el mal y realizar la salvación de todo ser humano. El reinado de Dios está entrando en la humanidad a través de él, que es el Mesías.
Esta es también la misión del monje, una misión del orden espiritual: contribuir al renacimiento espiritual de todo hombre y luchar contra el mal mediante su oración y su testimonio de vida.
(Sor Ernestina)
Marisa
Qué misión la de los monjes y monjas!
Y también participamos en esa misión todos nosotros.