- benedictinas
- 18/08/2024
- 10:40
Jesús está escandalizando a todos diciendo que hay que masticar su carne y beber su sangre. Está haciendo hincapié en que se le debe recibir como alimento ingerido, digerido y asimilado.
No se trata de metáforas, es decir, de sentidos figurados, de comida espiritual. Carne y sangre denotan la verdadera humanidad de Jesús, del Jesús histórico y ahora resucitado. Está queriendo decir: dejad de pensar en mí como un debate de tema teológico. Debéis comerme y tenerme dentro. Entonces, tendréis vida eterna.
Recibir a Jesús como pan no es recibir un código moral, no es recibir a un hombre bueno, a un maestro o a un profeta. Es recibir una vida, una vida entregada que se transforma en nosotros en vida nueva y eterna.
«Comer» es una palabra muy fuerte que los judíos no pudieron aceptar porque, sobre todo, hace referencia a una muerte en sacrificio por todos y expiación por el pecado del mundo.
Nosotros tenemos que comer, no probar; comer, asimilar. Pero esto fue muy difícil de aceptar por los judíos. ¿Puede alguien dar su vida, ofrecerse como carne para comer?
(Sor Ernestina)
Sandra Marcela
Era duro entender ,sino se Ama primero y sino se conoce…pero el Señor cuenta con lo que nosotros somos,y aún así quiso quedarse.no hay un Alma q no conozca y Ame.Gracias Señor Alianza Eterna.