«DE DOS EN DOS»

Jesús envía a sus discípulos con una misión; y también a nosotros. Y lo primero que tenemos que hacer es quitarnos nuestros trajes sofisticados de etiqueta, eliminar todo lo que es elegante, ostentoso y ponernos en mono de trabajo. Es decir, estar dispuestos a remangarnos y mancharnos. Después nos invita a ir con pocas cosas para ir ligeros; únicamente con lo esencial. De entrada, esto nos da miedo porque nos parece muy poco. Pero es suficiente.

Los apóstoles no deben confiar más que en Jesús. Y empiezan su misión y vemos que no obedecen al Señor. ¿Por qué? Porque son muy creativos. Él les envía y capacita para echar espíritus inmundos. Pero a ellos se les ocurre predicar la conversión. Y resultó estupenda esta iniciativa.

Resumiendo: Somos enviados de dos en dos; es decir, en comunidad; con autoridad y con lo necesario; y sin quejarnos de la hospitalidad yendo de un sitio a otro buscando un hotel de cuatro estrellas. Hemos de estar contentos con lo que encontramos y provocando, con nuestra vida, la adhesión de los demás a Jesucristo.

Jesús nos llama a una gran misión. Tenemos que escucharle y ponernos con urgencia en camino porque no se trata de hablar, sino de actuar. Una «familia» así unida es difícil que sea vencida.

(Sor Ernestina)

COMPARTIR

Deja tu comentario

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Arriba